La mejor forma de tener
unos pies sanos y hermosos es cuidándolos. No es suficiente tratarlos superficialmente, bedemos sentirlos sanos. Algunas cosas
que rutinariamente realizamos pueden estar afectando a tus pies, por ello
debemos considerar las siguientes premisas de los motivos por los cuales
nuestros pies dejan de ser saludables y evitar realizarlo, de esa forma estaremos cuidando nuestros pies.
ZAPATOS APRETADOS: Sí, lo primero
que debemos evitar es utilizar zapatos apretados. Hay muchos modelos de zapatos
que son hermosos pero lamentablemente son diseños hechos para pies delgados y
si nosotros tenemos el pie un poco o muy ancho obviamente estos zapatos nos
causaran daños, algunas marcas oscuras, ampollas, callos, etc. Sobre todo
tengamos reparo al elegir un modelo de zapato con diseño en punta, pensemos en
las consecuencias.
ZAPATOS CON TACONES ALTOS: Aunque no
parezca los zapatos demasiado altos también dañan el pie, debido a que mientras
más alto sean los zapatos nuestro peso se centra en la punta de los pies
ocasionando ampollas, o manchas.
UTILIZAR ZAPATOS CERRADOS
EN VERANO: Lo mejor durante épocas de calor (no solo el verano) es mantener el
pie ventilado, utiliza sandalias o zapatos con aberturas, evita que tus pies suden
demasiado ya que estando mucho tiempo tan cubiertos puede ocasionar la aparición
de hongos.
Pero si ya tienes los pies maltratados es hora de empezar a cuidarlos,
nunca es demasiado tarde. Algunas cremas y exfoliaciones caseras ayudarán a
borrar (poco a poco) las manchas ocasionadas por ampollas. Muchos de los
motivos mencionados ocasionas que nuestros pies estén resecos, que las plantas
del pie se endurezcan, si tienes los pies resecos puedes exfoliarte (con
productos caseros) y para ello te damos dos ideas de cómo hacerlo.
Debemos remojar el pie en una tina o vasija con agua por al menos 10
min, luego usando una piedra pómez realiza masajes en tus pies (sobre todo los
talones y el empeine), esto hará que se eliminen las células muestras. Sécate los
pies con una toalla e hidrátala con alguna crema.
Otra opción es que realices una pasta combinando azúcar y miel de abeja,
aplícate a los pies y realiza suaves masajes. Enjuágate con agua tibia y sécate
los pies. Recuerda que después de una exfoliación será necesario que utilices
una loción hidratante.
Ceci Saia
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